Con profunda dolor, la familia policialvuelve a ser golpeada por una noticia que no puede ni debe seguir siendo naturalizada.
En las últimas horas, lamentamos el fallecimiento de nuestra compañera Agente Lucía Gisela Rodríguez Aguilar.
Desde SITRAMI expresamos nuestra solidaridad y acompañamiento a su familia, amistades y compañeros de servicio, al tiempo que reiteramos una preocupación que venimos denunciando desde hace mucho tiempo: la grave crisis de salud mental que atraviesan los trabajadores policiales.
El suicidio dentro de la Policía no es un hecho aislado. Es la consecuencia directa de un sistema que continúa fallando en la población integral de sus funcionarios: sobrecarga laboral, presiones administrativas, sanciones desmedidas, falta de contención psicológica efectiva y una estructura que muchas veces castiga al trabajador en lugar de cuidarlo.
Desde este sindicato hemos presentado propuestas y advertencias. Sin embargo, las respuestas siguen siendo insuficientes, tardías o meramente formales. No alcanza con protocolos escritos ni con discursos de ocasión.
Se requieren acciones concretas, inmediatas y sostenidas, con recursos reales y voluntad política.
Cada funcionario que perdemos es una alarma que no fue atendida a tiempo.
Cada omisión también genera responsabilidad.
Exigimos a las autoridades del Ministerio del Interior que asuman este problema con la seriedad y la urgencia que merece, implementando políticas efectivas de prevención, acompañamiento psicológico accesible y contínuo, y revisando prácticas administrativas que profundizan el desgaste emocional del personal.
A nuestros compañeros y compañeras les decimos: no están solos. Pedir ayuda no es una debilidad, es un acto de valentía.

Por Lucía
Por quienes ya no están
Por quienes hoy están al límite
Por una Policía más humana y un Estado que cuide a quienes la cuidan

Comisión Directiva de SITRAMI